Lo avalan 13 títulos en el Fútbol Colombiano, y su estilo atrevido de jugar al fútbol a través de sus equipos. El hecho de haber podido ser director técnico tras obtener su título universitario como médico, le realzan como hombre de progreso. Hoy, en plena celebración de su cumpleaños 90, recordamos a Gabriel Ochoa Uribe, el estratega más ganador en la historia del balompié cafetero.
Desde que se retiró, hace casi 30 años, sigue siendo el técnico más ganador de nuestro país tras una larga trayectoria, que va desde 1959 hasta 1991. Ochoa Uribe, dedicó gran parte de su existencia al fútbol, el cual practicó y enseñó de forma rigurosa, disciplinada y con un liderazgo pocas veces visto.
Un 20 de noviembre de 1929 en Sopetrán, humilde municipio de Antioquia, vino al mundo Ochoa Uribe, quien a los 17 años comenzó su historia en el fútbol probando suerte en América de Cali.
Hasta en el mundo de los caballos ingresó este honorable personaje, un campo que le pudo privar de triunfar en el fútbol. Gabriel fue jockey en el Hipódromo San Fernando, de Medellín, y hasta se convirtió en campeón nacional. No continuó en el oficio porque superó el peso ideal que se le exige a un jinete.
El jugador y el médico
Ricardo Gareca, actual seleccionador de Perú, se deshizo en elogios para Ochoa. «El médico siempre fue un adelantado del fútbol (…) jugaba bastante parecido a como se juega hoy». A su vez, el recordado ex jugador uruguayo Jorge ‘Polilla’ Da Silva señaló que Ochoa fue quien marcó el camino para la mayoría de futbolistas colombianos en el sentido de tomar la profesión con más seriedad.
Custodió el arco del equipo ‘escarlata’ entre 1946 y 1948 y posteriormente en 1949 pasó a Millonarios, equipo con el que vivió su mejor etapa como profesional al acreditarse cuatro títulos de liga, valga decir 1949, 1951, 1952 y 1953. Su recorrido por el exterior llegó después con América de Río de Janeiro, con quienes debió conformarse con el subcampeonato del Torneo Carioca en 1955.
En Brasil, específicamente en Río de Janeiro, Gabriel culminó sus estudios de medicina, con especialización en Ortopedia y Traumatología, con ello, creó su consultorio en Bogotá aunque por poco tiempo ya que, su éxito como director técnico fue fulgurante.
El técnico
En 1958 se retiró del fútbol como jugador con apenas 28 años, y de manera casi circunstancial asumió el timonel de Millonarios. Los banquillos estaban destinados a él.
1959, 1961, 1962, 1963 y 1972 fueron los años en los que se coronó como entrenador con los ‘embajadores’. Además, fue protagonista de una semifinal de Copa Libertadores en 1974. En 1966 cambia de experiencia y dirige a Santa Fe, equipo con el cual se corona ese mismo año apoyado en una base de jugadores brasileños que conocía desde su paso por el balompié amazónico. En 1970 regresó a ‘Millos’ para titularse con ellos en 1972.
Época dorada en América
En 1973 llega a ‘La Mechita’ con el jugador Alfonso Cañón como referente. Gabriel no solo consiguió que un desempleado Cañón rebajara 10 kilos sino que también logró darle a América su primer título en el fútbol colombiano.
Luego vino el pentacampeonato nacional entre 1982 y 1986 nacional y las tres finales de Libertadores ante Argentinos Juniors, River Plate y Peñarol, todas perdidas. En total, obtuvo siete ligas con América en 13 años, cinco con Millonarios y una con Santa Fe.